Venezuela, la misma receta neoliberal
¿Por qué escribir sobre Venezuela?
Porque es punta de lanza en asuntos de importancia estratégica como la defensa de la soberanía, la independencia y la dignidad de los pueblos. Se trata, en términos simples, de un país que ha sabido resistir, siguiendo la senda de la heroica Cuba, los embates del imperialismo mundial.
A grandes rasgos, podemos destacar dos eventos que marcaron la historia moderna de Latinoamérica: 1) La revolución cubana y 2) La revolución bolivariana.
La cubana dio paso a una serie de “insurrecciones” en algunos países de América Latina que no llegaron a consolidarse debido a la constante injerencia estadounidense. Mediante el uso de la fuerza y a través de la instauración de dictaduras a medida, el país norteamericano logró asegurarse un dominio hegemónico, aunque disfrazado de un ejercicio de libre determinación de los pueblos, sobre diversos territorios de Latinoamérica [1a, 1b]. Pese a ello, Cuba sentó las bases de la lucha por la soberanía y la dignidad de las naciones del mundo.
La bolivariana fue el segundo parteaguas; su advenimiento podríamos fijarlo el día en el cual el bravo pueblo de Venezuela eligió al comandante Hugo Rafael Chávez Frías como su presidente legítimo, en unas elecciones en las que ganó de manera abrumadora en 1998 [2]. En ellas, el pueblo decidió cambiar de rumbo cansado de los abusos del neoliberalismo: corrupción, desmantelamiento del estado, políticas de austeridad debido a los préstamos pedidos al Fondo Monetario Internacional (FMI) [3], entre otras medidas aplicadas como parte del “paquetazo” neoliberal, las cuales incluyen la liberación de los precios del petróleo (gas doméstico, diesel, gasolinas, etc.) y sus derivados, el incremento en las tarifas de servicios públicos como el agua, la electricidad, el teléfono, del transporte y de la canasta básica, de los intereses, entre tantas otras medidas que aplastan la economía familiar [4, 5].
Hacia 1999, el nuevo presidente de Venezuela convocó entonces a un Referéndum Constituyente [6] con la finalidad de elegir a una Asamblea Nacional Constituyente [7] cuyo propósito sería redactar una nueva Constitución Política [8]. Como era de esperarse, esta nueva Constitución pondría por delante el interés público, la defensa de los recursos naturales y del territorio nacional, por lo que afectaría los intereses de las empresas nacionales y extranjeras que, hasta ese momento, sólo veían incrementar sus derechos y libertades para el usufructo de los recursos a cambio del pago de impuestos irrisorios.
Debido a esta nueva realidad, cambiar al gobierno legítimo, democráticamente electo, se volvió una prioridad para la élite nacional y mundial. El imperio estadounidense, así como las empresas que se venían beneficiando de las libertades impuestas por las políticas económicas modernas, intentaron colapsar al país a través de la afectación del ramo petrolero (en 2001 [9]). Los hidrocarburos y la generación de energía conforman un sector estratégico para cualquier país. Cuando se le afecta, se impacta el desarrollo de la vida pues, al carecer de las fuentes de energía que mueven a la industria, los hospitales, los hogares y el transporte, se impide u obstaculiza el desarrollo socioeconómico, principalmente en las grandes ciudades y centros de intercambio comercial. La empresa mixta o privada puede así empezar a boicotear a cualquier gobierno que contravenga sus intereses y continuar por medio de muchas otras estrategias a fin de generar caos en la nación (afectar sus servicios de transporte: la distribución de bienes; la producción de los alimentos e insumos necesarios para la vida como el agua o los medicamentos, entre otros), razón por la cual, los sectores estratégicos no deben quedar nunca en manos de la inversión privada (IP); siempre deberá existir infraestructura del Estado para poder hacer frente a este tipo de presiones [10].
El imperio y sus lacayos no tuvieron el éxito esperado con las medidas tomadas en el ámbito del petróleo y los energéticos debido a que el presidente Chávez inició un proceso de educación y politización del pueblo bolivariano. Así, todo ciudadano tenía derecho a contar con una Constitución Política, a estudiarla y a instruirse sobre los derechos y las obligaciones a los que estaban sujetos. Ante esta realidad, se intensificó la lucha del imperio por la recuperación de “sus recursos” en territorio venezolano. Auspiciaron un golpe de estado el 11 de abril de 2002. Pedro Carmona se juramentó titular del Poder Ejecutivo [11]. Sin embargo, se vio forzado a huir el 13 de abril del mismo año debido a la rápida movilización de la población civil, seguido del apoyo del ejército bolivariano para reinstaurar el gobierno de Hugo Chávez [12, 13].
Seguidamente, las protestas por parte de la oposición, así como el paro de la industria petrolera en 2002, aumentaron [9]. Sin embargo, en el 2003, el boicot sobre los hidrocarburos cesó. Apoyada en la figura jurídica del referéndum revocatorio previsto en la Constitución de 1999, la oposición intentó revocar el mandato de Chávez. La votación se llevó a cabo en 2004, arrojando resultados que lo ratificaron como presidente de la nación [14]. Sumado a esto, en las elecciones regionales del mismo año, la oposición perdió 6 de 8 gubernaturas, a la vez que perdió la mayoría de las 220 alcaldías que habían ganado en el año 2000 [15].
Con la llegada de Chávez (enero de 1999 [16]), se inició el cambio en el manejo de la política en la región. A este despertar se unieron Brasil (enero de 2003 con Luiz Inácio Lula da Silva [17]), Argentina (mayo de 2003 con Néstor Carlos Kirchner [18]), Bolivia (enero de 2006 con Juan Evo Morales Ayma [19]), Ecuador (enero de 2007 con Rafael Vicente Correa Delgado [20]), Uruguay (marzo de 2010 con José Alberto Mujica Cordano [21]) incluso Paraguay (agosto de 2008 con Fernando Armindo Lugo Méndez [22]), quien al poco tiempo sufrió un golpe de estado parlamentario que culminó en su derrocamiento [23]. Otros países, como México o Colombia, intentaron sumarse a la oleada de la dignidad y soberanía popular de inicios del Siglo XXI, aunque no con políticas izquierdistas tan marcadas como en el resto de Sudamérica. No obstante, fracasaron debido, entre tantas cosas, a los fraudes electorales y a la enorme guerra mediática en contra de los dirigentes que se postulaban a la presidencia, tal como pasó con Andrés Manuel López Obrador (en 2006 y 2012 [24]) o con Gustavo Francisco Petro Urrego (en 2010 y 2018 [25]), entre otros países latinoamericanos que vivieron fraudes verdaderamente groseros.
Con la colaboración activa de estos nuevos actores políticos, la unión latinoamericana y caribeña empezó a cobrar relevancia para la región. Se crearon el ALBA-TCP, Petrocaribe, la UNASUR, la CELAC y muy importante, teleSUR [26 pp. 278-281], un medio informativo que haría contrapeso al embate proveniente de los medios de información (públicos o privados) alineados con el imperio. Chávez hacía hincapié en la necesidad de la unión de los pueblos de América Latina y del Caribe (ALC), en la cooperación y el comercio justo, en el respeto a la soberanía de cada pueblo, en la libertad para elegir su rumbo y en el derecho a una vida en armonía con la naturaleza. Para lograr esto, era importante marginar el uso del sistema económico vigente, así como de la divisa mundial: el dólar y el petrodólar. Se inició entonces la conformación del Banco del ALBA, el Sistema Unitario de Compensación Regional de Pagos (Sucre) o el Banco del Sur [26 pp. 233-281] con el fin de proveer de financiamiento a los pueblos de América en vías de desarrollo evitando así pedir préstamos al Banco Mundial (BM) o al Fondo Monetario Internacional (FMI) ya que se otorgan de manera condicionada [3]. Por supuesto, las medidas independentistas golpeaban fuertemente a la economía y a la hegemonía estadounidense, al crear alternativas para el comercio. Desde la perspectiva norteamericana, esta llamarada que parecía no tener fin, debía ser sofocada cuanto antes. El gobierno imperialista estadounidense no podía permitirse tener tantos gobiernos de izquierda en su propio patio trasero, mucho menos si ponían en riesgo su estatus como rector económico mundial.
Bien vale la pena comentar que, aunque no existen estudios suficientes que presenten evidencia contundente, es interesante notar que siete líderes de la izquierda latinoamericana fueron víctimas del cáncer: Néstor Kirchner (colon), Dilma Rousseff (linfoma), Luiz Lula (garganta), Hugo Chávez (desconocido), Evo Morales (nasal) y Fernando Lugo (linfoma) y Cristina Fernández (tiroides) [27, 28, 29], una “coincidencia” de eventos en los que, por simple alusión a las leyes de la probabilidad, resulta muy difícil apelar únicamente a causas naturales para explicarla. No se trata pues de fomentar especulaciones, sino de abrir la reflexión respecto a las armas o a la tecnología que pudiera existir para eliminar personajes “inconvenientes” y que aún desconocemos.
Retomando la discusión sobre la amenaza que el Sur empezaba a plantear a la supremacía estadounidense, para neutralizarla se requería echar a andar una maquinaria muy bien conocida por dicho gobierno; el manejo de la información a conveniencia: desinformación y guerra mediática, difamación, difusión de mentiras, afirmaciones sin evidencia que las sustente, películas y “documentales” pro-yanqui, así como el uso de sus dólares con el propósito de financiar a los grupos conservadores de la derecha latinoamericana para no perder adeptos, para ganarlos o para lograr la compra y la coacción del voto e inclusive, para censurar voces críticas, tanto las académicas como las del activismo y del periodismo. En los países que no habían girado a la izquierda, se vivía una política de terror en contra de la población, con el fin de evitar la sublevación de los pueblos cansados de tanta miseria y corrupción. No es casual, por ejemplo, tanta violencia que hemos vivido los mexicanos (o los centroamericanos): ¿se ha preguntado por qué es común escuchar que gente de a pie, pequeños o medianos empresarios, activistas y periodistas son violentados por el crimen organizado pero que no se escuchen los nombres de los grandes inversores y empresarios? ¿Por qué sólo la población civil, los que no contamos con los privilegios que otorga el sistema económico actual, estamos siendo víctimas de las agresiones? La razón es tan simple como cruda. El estado neoliberal, en contubernio con el crimen, necesita operar en los territorios de mayor productividad para las grandes industrias, ya sean agrícolas, mineras, energéticas (como el fracking, donde los estados de Puebla y Veracruz son los más afectados [30, 31, 32, 33, 34]), etc. De esta forma, los pueblos originarios y la gente en general, tendrá miedo de manifestarse en contra del entreguismo o de la destrucción de los recursos naturales que nos pertenecen a todos. El crimen es una forma no vinculante que utilizan algunos gobiernos para apagar estas voces de protesta; posee, por otro lado, el poder de generar la masa crítica necesaria para que el pueblo se inconforme y elija otro camino, tal y como ya sucedió en las elecciones del 2018 en nuestra nación.
En los países del cono sur, la guerra mediática hizo lo suyo. El boicot económico, las traiciones a la patria fomentadas por las dádivas de gobiernos extranjeros: los golpes parlamentarios y la guerra jurídica (como las que inhabilitaron a Manuel Zelaya, a Fernando Lugo o a Dilma Rousseff [35] o como la que impidió a Lula ser candidato para la presidencia de su país), han sido parte de las estrategias para lograr revertir con suficiente éxito la integración de la región. Así, llegamos al punto en el cual países como Brasil, Argentina y Ecuador han girado hacia políticas radicalmente opuestas, dando paso a gobernantes neoliberales y facistas, decididos a reinstaurar la hegemonía estadounidense. Los constantes ataques a los procesos democráticos de Centro y Sudamérica [1a, 1b, 26 p. 258], así como las interminables sanciones a los países que no se alinean con las políticas de Washington, tienen como principal objetivo debilitar la base social de los gobiernos de izquierda, quebrar el carácter y la fuerza de voluntad de los ciudadanos, especialmente cuando no se cuenta con una convicción y politización profunda, con ideales sociales más fuertes que el individualismo pregonado por el capitalismo. Es justamente aquí donde radica la importancia de la resistencia civil del pueblo bolivariano [36]. Venezuela, junto con Cuba, son ejemplo de dignidad y soberanía. Han sabido resistir los embates de las sanciones y los bloqueos económicos. Los venezolanos cuentan, en su mayoría, con una educación y conciencia política comparable sólo con la del pueblo cubano. Pese a las sanciones, al paro de las empresas privadas (producción y distribución de bienes), al estado de carencia en el que se encuentran en estos momentos, conservan una conciencia mayor respecto a las causas de los problemas que enfrentan. Evidentemente, la situación vivida en la actualidad ha hecho mella, especialmente en los menos informados y en los más desprotegidos [37]. A pesar de ello, el chavismo sigue fuerte y en términos de votos, ha crecido [38]. Pese a los constantes llamados a la abstención que ha venido haciendo la oposición, en las recientes elecciones presidenciales del 2018 Nicolás Maduro obtuvo poco más de 6 millones de votos (6’245,862 [39], 6’190,612 [40], 6’248,864 [41]). Es uno de los países que más elecciones ha tenido desde que Chávez asumió por primera vez la presidencia [42] y aún así, los medios alineados se atreven a decir que no hay democracia. Su sistema electoral es conocido como uno de los mejores del mundo [43, 44, 45, 46]. Con todo ello y aun con la participación de múltiples observadores internacionales [47, 48], los Estados Unidos, algunos países alineados de América y la Unión Europea, siguen presionando a Nicolás Maduro para que deje su cargo bajo el pretexto de que las elecciones fueron fraudulentas. Curiosamente países como Perú o Colombia que hoy claman justicia electoral para Venezuela, no se pronunciaron en contra de los procesos electorales fraudulentos de otras naciones del continente; mucho menos se han pronunciado en contra del terrible estado de crisis interna que viven a causa de la corrupción, del crimen organizado y del narcotráfico. Claman por los derechos humanos en Venezuela, pero no por los de los países que están alineados con las políticas de Washington. Como mexicanos, debemos estar muy atentos a esta doble moral. Con la llegada del nuevo gobierno, podríamos empezar a ver una oleada de propaganda mediática en contra, semejante a la que vive Venezuela.
Un resumen histórico tras la muerte de Chávez
En el 2013 murió el presidente Hugo Rafael Chávez Frías. Era menester convocar a elecciones. En ellas, el chavismo salió vencedor para el período 2013-2019 por un margen pequeño, menor al 2%. El principal contendiente, Henrique Capriles se negó a aceptar el resultado, por lo que llamó a sus seguidores a iniciar un conjunto de protestas violentas que terminaron con 11 muertos, 35 heridos y más de 20 recintos destruidos. A ocho meses de lo ocurrido, se convocó a elecciones municipales, siendo todavía el año 2013. La oposición decidió tomar estos comicios como la bandera que rectificaría su victoria no aceptada en los previos. Sin embargo, el resultado fue contrario al esperado por Capriles. El chavismo ganó con mas de 6 puntos porcentuales, ratificando así la victoria pasada [49].
En el 2014, el gobierno llamó a negociaciones a los diversos dirigentes opositores pero sólo una parte de ellos se sentó a la mesa de diálogo. María Corina Machado, Leopoldo López y Antonio Ledezma decidieron apoyarse en una estrategia conocida como “La Salida” cuyo objetivo era mantener la presión en las calles y no la vía democrática ni pacífica. Como resultado, 43 personas murieron y otras 873 fueron heridas [49].
La oposición utilizó estos eventos para convencer a la gente de la inviabilidad del gobierno. A través de la propaganda y las guarimbas (focos de violencia e insurrección), lograron obtener mayoría en las elecciones para la Asamblea Nacional en el 2015 mediante una estrategia en la que unificaron a todas las llamadas fuerzas de oposición: la MUD (Mesa de la Unidad [50]). La gente, de alguna manera creyó que con un frente opositor fuerte, los problemas del país se arreglarían. Tras conocer los resultados y basándose en la evidencia de fraude electoral disponible, la candidata del PSUV, Nicia Marina Maldonado, inició un proceso de impugnación de las elecciones de los diputados en el estado Amazonas, donde ella también contendió. El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) aceptó los recursos interpuestos y, tras los procedimientos pertinentes, se ordenó la suspensión de la proclamación de los diputados de Amazonas (3 de la MUD y 1 del PSUV) [51].
La nueva Asamblea Nacional hizo caso omiso de la orden del tribunal, procediendo a juramentar a los tres diputados de la MUD [52]. Luego, como primera acción de su ejercicio formuló una “Ley de Amnistía y Reconciliación Nacional” (marzo de 2016) mediante la cual pedían la liberación de los líderes de la oposición que habían llamado a las manifestaciones violentas [53]. Debido a la juramentación de los diputados que ganaron fraudulentamente, el TSJ declaró que el poder legislativo entraba en “Desacato”. Sumado a ello, se determinó la inconstitucionalidad de la nueva “Ley de Amnistía”, ya que con ella se pretendía dejar impunes los delitos cometidos contra el Estado y el pueblo venezolano. El presidente Maduro no estaba de acuerdo con esta ley, razón por la cual no daría su aprobación (procedimiento necesario para su aceptación). Debido a las dos razones iniciales (desacato e inconstitucionalidad), la nueva ley se consideró nula [54, 55].
El Poder Legislativo se negó a levantar el Desacato mediante la suspensión de los tres diputados juramentados ilegalmente. En consecuencia, el TSJ emitió dos sentencias: una le transfería las competencias de la Asamblea Nacional y la otra eliminaba la inmunidad parlamentaria a los legisladores. En medio de esta situación, el Consejo Nacional Electoral (Poder Electoral) determinó que no había condiciones para llevar a cabo el referendo de revocación de mandato del Presidente como lo marcaban los tiempos electorales, posponiéndolo para el 2017. Como resultado, la oposición se extremalizó dando lugar a otra sucesión de protestas en abril de 2017, tanto pacíficas como violentas (que también tuvieron consecuencias mortales), con el fin de concretar la salida del presidente. La respuesta de Maduro ante la delicada situación fue la de convocar a una Asamblea Nacional Constituyente (ANC), lo cual hizo a la mitad de una manifestación chavista en conmemoración del día del trabajo (1° de mayo, 2017) [49], con el objetivo de trabajar por la pacificación del país.
Los Poderes del Estado venezolano
En Venezuela existen cinco Poderes Públicos. El Poder Legislativo que reside en una única Asamblea Nacional (AN), el Poder Ejecutivo que recae en la figura del Presidente, Vicepresidente, Ministros y demás funcionarias y funcionarios determinados en la Constitución, el Poder Judicial conformado por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), tribunales inferiores de acuerdo a la ley, el Ministerio Público, la Defensoría Pública y demás dependencias de justicia vinculadas, el Poder Ciudadano integrado por el Defensor del Pueblo, el Fiscal General y el Controlador de la República y el Poder Electoral (CNE) constituido por la Junta Electoral Nacional, la Comisión de Registro Civil y Electoral y la Comisión de Participación Política y Financiamiento [56, 57, 58]. Se puede decir que, en términos generales, los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial poseen vínculos de control entre ellos, mientras que, los poderes Ciudadano y Electoral, aunque cuentan con autonomía para funcionar, en términos operativos, no poseen poder de control sobre los otros tres. Esto quiere decir que, tanto el Presidente como el Tribunal Supremo tienen la capacidad legal para anular las decisiones de la Asamblea Nacional, así como el Legislativo y el Judicial pueden hacer lo mismo con el Ejecutivo, por ejemplo, para desaprobar la designación de los embajadores [56]. Esta facultad radica en cada uno de estos tres Poderes de manera independiente, es decir, que no requiere de la aprobación de un tercer Poder para hacerse efectivo. Esta es la razón por la cual el TSJ fue capaz de declarar en Desacato a la AN y por lo tanto, nulas todas sus decisiones a partir de aquel momento. De igual forma, el Ejecutivo cuenta con el poder de Veto y el Legislativo con el poder de frenar las acciones de los otros Poderes mediante la acumulación de los votos necesarios.
En el caso de Venezuela, la Constitución establece que todo el poder radica en el pueblo y que éste puede ser ejercido directamente a través de una Asamblea Nacional Constituyente (art. 347 [57]), lo que le da un carácter de Poder Plenipotenciario que se encuentra por arriba de los Poderes Públicos del Estado (art. 349 [57, 59, 60, 61]). Tanto el pueblo, como el Ejecutivo y el Legislativo, son capaces de proponer la iniciativa de convocatoria a una Constituyente (art. 348 [57]).
Por lo tanto, la propuesta de Maduro de convocar a una constituyente el 1° de mayo de 2017, se erigía como la única alternativa capaz de regresar todo el poder al pueblo venezolano. No parecía tener mucho sentido convocar de nuevo a elecciones presidenciales ni legislativas dado que ambos poderes se encontraban en confrontación directa; todos los intentos de diálogo resultaban infructuosos debido a la baja o nula participación de los líderes opositores. Es así como el Poder Electoral, por iniciativa del Ejecutivo, convocó al pueblo para celebrar las elecciones en julio de 2017 con el fin de integrar la ANC.
La oposición estuvo en desacuerdo con esta propuesta básicamente desde el inicio. Llamó a la población a abstenerse de ir a votar y se negó a participar en las elecciones con el fin de declararlas ilegítimas o fraudulentas (como han hecho en otras ocasiones), ya que ellos no estarían representados, por voluntad propia, en dicha Asamblea. Por su parte, los Estados Unidos de Norteamérica amenazaron con imponer “fuertes y rápidas sanciones” al país andino si no detenían la convocatoria de ir a las urnas [62]. Por lo visto, el “acto dictatorial” de Maduro de convocar a elecciones, no podía ser permitido por el imperio.
El día de las elecciones llegó. El chavismo de nuevo arrazó y pese al llamado a la abstención hubo un 41.53 % de participación, equivalente a más de 8 millones de votantes [63, 64, 65]. Con esto, el pueblo bolivariano decidió retomar el poder a través de una ANC, la cual, como ya dijimos, cuenta con un poder superior a los poderes del Estado. Este acto de soberanía sólo provocó mayor indignación por parte de los países imperialistas que no cesaron sus intentos por desestabilizar a Venezuela.
La ANC pidió al Consejo Nacional Electoral (CNE o Poder Electoral) convocar para elecciones gubernamentales (15 de octubre de 2017 [66]). En esta ocasión, la oposición participó con candidatos. Si alguno resultaba ganador, debía juramentarse ante la ANC, misma que habían desconocido. La oposición aseguraba que ninguno de sus candidatos lo haría, pero para su sorpresa, sólo uno se negó a tomar el juramento ante dicha dependencia logrando de esta forma una validación de facto. La participación fue del 61.14 %, donde el chavismo representado en la coalición Gran Polo Patriótico Simón Bolívar, obtuvo 18 de 22 gubernaturas [66, 67, 68]. Seguido, el 10 de diciembre de 2017 se tuvieron elecciones municipales con un 47.32 % de participación, equivalente a más de 9 millones de votantes [69] (CNN reporta el 41.32 % de participación [70]), donde la coalición Gran Polo Patriótico Simón Bolívar obtuvo el 71.31 % de los votos (23 de 25 Alcaldías [71]).
Debido a la compleja situación del país, cubiertos de sanciones por parte de los países injerencistas, a las enormes presiones de la oposición por haber llamado al abstencionismo en los procesos electorales previos (todos los del 2017), a las constantes amenazas a su soberanía mediante las declaraciones de una posible intervención militar por parte de los Estados Unidos, se volvió imperante renovar el mandato presidencial con el fin de mostrar al mundo, una vez más, que es el pueblo el único capaz decidir sobre su futuro. Así, llegamos al punto en el cual la ANC convocó a elecciones presidenciales para el 2018, que se llevaron a cabo el 20 de mayo pese a la falta de acuerdos con la oposición ya que, en las negociaciones realizadas con la observancia de Costa Rica, se negaron a asistir a la firma de los pactos con el gobierno bolivariano [72, 73, 74].
Por supuesto, como era de esperarse, la oposición y los países injerencistas avisaron con antelación que no aceptarían los resultados de los comicios a menos que fueran “justos”. Es el mismo discurso que han venido repitiendo en cada elección que no les ha favorecido, a pesar de que en cada ocasión se han tenido diversos observadores internacionales que han ratificado la limpieza del proceso [43, 44, 45, 46, 47, 48, 75, 76, 77, 78, 79].
La juramentación informal de Juan Guaidó y el safarrancho mediático
Antes que nada, recordemos que la AN estaba y continúa en Desacato [50, 54, 80]. Juan Guaidó es un diputado (suplente, no electo) que fue nombrado Presidente de la AN desde enero de 2019 [81], hecho que es de gran importancia en este contexto dado que, ante la ausencia del representante del Poder Ejecutivo, sería el Presidente de la AN quien debería asumir dicha función. En otras palabras, se requería de un personaje “adecuado” para el desarrollo de los acontecimientos que se han venido desencadenando. Aunque nunca antes había figurado de manera sustancial en el ámbito político venezolano, resultó ser el artífice perfecto para esta última estrategia imperialista de golpe. Según Max Blumenthal y Dan Cohen, Guaidó, junto con otros muchos estudiantes, fue adiestrado para poner en práctica el manual para los cambios de régimen propuestos por el gobierno estadounidense [82]. Hasta antes de su autoproclamación como “Presidente encargado” de Venezuela, no ante el TSJ como dicta la Constitución, sino en un acto proselitista en las calles bolivarianas, se podría decir que era un personaje desconocido para la población. Esta acción inconstitucional, pese a los intentos por hacerla pasar por un acto legal y legítimo, y los consecuentes respaldos por parte de diversos países extranjeros, lo propulsaron, en términos mediáticos, en el ámbito de la política internacional.
Tal acto fue tan absurdo que puede compararse con uno en el cual, un ciudadano cualquiera, se parara en medio de una plaza pública para autoproclamarse Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, argumentando ausencia de la figura presidencial a partir del desconocimiento de los más de 30 millones de mexicanos que eligieron al Presidente Constitucional actual: Andrés Manuel López Obrador. Si, es tan ridículo como inverosímil. Aun así, diversos países, con Estados Unidos a la cabeza, iniciaron una oleada de proclamaciones a su favor, aceptando su “interinato”. La gravedad de esta compleja situación radica en la posibilidad real de que Venezuela pudiera ser intervenida militarmente bajo el pretexto de la carencia del estado de derecho, la violación a los derechos humanos o la falta de legitimidad del gobierno en turno. A esto, hay que sumar las constantes agresiones a los activos de la nación andina por parte de diversos países: E.E.U.U. ha congelado sus cuentas en el extranjero e Inglaterra ha detenido la repatriación del oro venezolano [83, 84] , entre otras acciones hostiles, con el fin de habilitarlas para el uso y financiamiento del “verdadero gobierno legítimo”. La constante agresión a su economía y a su estabilidad política interna ha dañado fuertemente a la población, que en estos momentos, queda en medio del conflicto generado por los diversos gobiernos del mundo. Algo que sin duda alguna es de poca o nula importancia para las potencias extranjeras: en todas las intervenciones imperialistas conocidas, lo de menos es el sufrimiento de la gente. De acuerdo con el aclamado periodista Thierry Meyssan, a Estados Unidos no le interesa solucionar ningún problema en el mundo. Ellos tienen una agenda y apoyarán a la oposición de los países en los cuales tienen intereses específicos. Su objetivo principal es destruir a esas naciones y no ayudar a la oposición [85, 86]. Con un Estado débil o inexistente, las potencias pueden operar y extraer los recursos que deseen. Esto es justamente lo que ocurrió en países como Irak o Libia y, de no haber sido por la ayuda de Rusia, posiblemente también en Siria. En el caso de Venezuela, no sólo se tiene la enorme cantidad de recursos naturales, siendo la primera reserva de petróleo mundial, sino que, este país planta cara al imperio al salirse del guión económico al proponer una alianza de países Latinoamericanos y Caribeños, un banco que sirva de apoyo mutuo y recientemente una criptodivisa que permita el comercio justo, haciendo a un lado la hegemonía del dólar y el petrodólar; con dicha medida, la economía estadounidense enfrentaría un debilitamiento inminente y un posible colapso.
La enseñanza que nos queda, en términos generales
América Latina, al igual que otros países alrededor del mundo como Libia, Ucrania, la antigua Yugoslavia o Irak, ha sido escenario de guerras o golpes de estado destinados a instaurar gobiernos a modo o dictaduras supeditadas a Washington, siempre bajo la justificación de erradicar a los “Estados terroristas”, “comunistas” o de “reinstaurar la democracia” en los países que esta nación considera importantes para su “Seguridad nacional” [1a, 1b, 87, 88, 89, 90, 91 (Fuente en inglés: lista de países afectados por las intervenciones estadounidenses)]. Esto, lo único que quiere decir es que mientras E.E.U.U. lo considere, no escatimará esfuerzos ni recursos para lograr que todo territorio “estratégico” le ceda gustosamente sus riquezas. Por lo tanto, se enfoca en ocupar, de una u otra forma, las naciones que posean los recursos naturales, ya sean minerales, hidrocarburos, maderas, agua, o cualquier recurso necesario para fortalecer su sistema económico (capitalista) basado en la explotación desmedida de los recursos del planeta.
Con todo lo dicho, no sorprende que desde la llegada del comandante Chávez a la presidencia, los Estados Unidos de Norteamérica no cejara en sus esfuerzos por destruir al Gobierno Bolivariano; no sólo por haber perdido a un “aliado” incondicional, sino porque al tener a un gobierno libre y soberano en su “patio trasero” que alentaba al resto de naciones vecinas a seguir un camino semejante, corría el riesgo de perder los preciados recursos naturales del territorio suramericano, que se encuentra a tan sólo unos pasos de casa. Lo cierto es que estaba perdiendo la enorme riqueza de la tierra venezolana: las reservas más grandes de petróleo del mundo [89]; minerales estratégicos, necesarios para la vida tecnológica moderna como el oro, el hierro, el aluminio, la columbita y la tantalia (o coltán, comúnmente llamado oro azul), entre otros [93, 94]. El tremendo despliegue de soberanía que incluía el desarrollo de relaciones internacionales al margen de la política económica de Washington y en acompañamiento de potencias como China o Rusia representó desde el comienzo un verdadero peligro para la estabilidad económica del imperio, uno que puso en riesgo su dominación geopolítica del mundo que había sido característica del período posterior a la Segunda Guerra Mundial.
Como se puede ver, la situación en la cual se encuentra Venezuela es verdaderamente compleja. En estos momentos se redefinen las fuerzas globales; se construye un nuevo orden mundial en el cual Estados Unidos ya no está a la cabeza sino a la par de potencias como Rusia y China. La antigua potencia dominante ha probado diversos fracasos, tanto en lo militar como en lo económico; el más reciente y contundente en territorio Sirio. Como gigante que se niega a morir, luchará con todas sus fuerzas para restablecer un poderío que lo mantenga de pie en el enorme tablero de la geopolítica mundial.
Como individuos, es importante no olvidar que, si fomentamos escenarios como el de Venezuela, en el cual las potencias extrajeras son capaces de quitar y poner gobiernos a modo con la simple y llana aceptación o desaprobación, estaríamos favoreciendo que, en un futuro, sucediera lo mismo en nuestro país. La Doctrina Estrada [95], así como el derecho a la libre determinación de los pueblos [96, 97], desaconseja pronunciamiento alguno, a favor o en contra, de la legitimidad de los gobiernos. Se limita a reconocer a los Estados y sus territorios, sin emitir juicio alguno sobre su sistema político, económico u organizacional en general. La finalidad de este postulado es precisamente evitar la injerencia de las potencias en la vida soberana de otras naciones menos poderosas.
Es urgente reconocer que el sistema económico capitalista está condenado al fracaso debido a que se dedica a explotar los bienes que posee el planeta sin imponer límite alguno. Los recursos de nuestro puntito azul pálido son limitados y es nuestro deber, como especie que los explota, administrarlos de forma responsable para garantizar la vida de futuras generaciones.
Para finalizar, invito al lector a tomarse el tiempo para ver dos videos que permiten entender tanto la caída de las izquierdas latinoamericanas como la lucha del pueblo bolivariano en el contexto actual. El primero es una conversación entre los expresidentes Rafael Correa y Dilma Rousseff en la cual se explica la complejidad de la redistribución de la riqueza, así como la importancia de la educación para poder avanzar en políticas de equidad e igualdad de oportunidades (estudio descrito en el min. 22) [98] y el segundo corresponde a la intervención del canciller Jorge Arreaza en la sesión extraordinaria del Consejo de Seguridad de la ONU ocurrida el pasado 26 de enero de 2019, en la cual expone la política injerencista estadounidense, hace un breve recorrido histórico del intervencionismo norteamericano, al tiempo que defiende la soberanía de su nación [99].
Como siempre, invito a todos a revisar las fuentes que se proponen aquí, pero también a que investiguen por su cuenta. Recordemos que en momentos como estos, se vuelve de gran importancia ejercitar los músculos de la mente crítica [100].
Quiero agradecer a todos los que lograron llegar hasta aquí y también a todos los compañeros de la Red Social de Política ConCiencia pues sus aportaciones, razonamientos y comentarios han sido fuente de inspiración para este texto. Gracias.
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Bibliografía
[2] https://es.wikipedia.org/wiki/Elecciones_presidenciales_de_Venezuela_de_1998
[3] Austeridad
[5] https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-46463299
[6] https://es.wikipedia.org/wiki/Refer%C3%A9ndum_constituyente_de_Venezuela_de_1999
[7] https://es.wikipedia.org/wiki/Asamblea_Nacional_Constituyente_de_Venezuela_de_1999
[8] https://es.wikipedia.org/wiki/Constituci%C3%B3n_de_Venezuela_de_1999
[9] https://es.wikipedia.org/wiki/Paro_petrolero_en_Venezuela_de_2002-2003#Ley_habilitante
[10] La injusticia inherente al modelo de negocio moderno
[11] https://es.wikipedia.org/wiki/Pedro_Carmona
[12] https://es.wikipedia.org/wiki/La_revoluci%C3%B3n_no_ser%C3%A1_transmitida
[13] La revolución no será transmitida https://www.youtube.com/watch?v=gY2CaFMaw5E
[14] https://es.wikipedia.org/wiki/Refer%C3%A9ndum_revocatorio_de_Venezuela_de_2004
[15] https://es.wikipedia.org/wiki/Elecciones_regionales_de_Venezuela_de_2004
[16] https://es.wikipedia.org/wiki/Hugo_Ch%C3%A1vez
[17] https://es.wikipedia.org/wiki/Luiz_In%C3%A1cio_Lula_da_Silva
[18] https://es.wikipedia.org/wiki/N%C3%A9stor_Kirchner
[19] https://es.wikipedia.org/wiki/Evo_Morales
[20] https://es.wikipedia.org/wiki/Rafael_Correa
[21] https://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Mujica
[22] https://es.wikipedia.org/wiki/Fernando_Lugo
[23] https://es.wikipedia.org/wiki/Crisis_pol%C3%ADtica_en_Paraguay_de_2012
[24] https://es.wikipedia.org/wiki/Andr%C3%A9s_Manuel_L%C3%B3pez_Obrador
[25] https://es.wikipedia.org/wiki/Gustavo_Petro
[26] Tirado Sánchez, A., La política exterior de Venezuela bajo la presidencia de Hugo Chávez: Principios, intereses e impacto en el sistema internacional de Post-Guerra Fría (2015). (https://ddd.uab.cat/pub/tesis/2016/hdl_10803_382635/ats1de1.pdf)
[27] http://www.cubadebate.cu/especiales/2013/03/17/cancer-arma-secreta/#.XFC3Wpx7neM
[30] https://ecoosfera.com/2015/06/cuantos-pozos-de-fracking-hay-en-mexico-y-en-donde-estan/
[31] http://www.cartocritica.org.mx/2015/fracking-en-mexico/
[35] https://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-308295-2016-09-01.html
[36] Venezuela antes y después de Chávez: la amenaza de que México se convierta en otra Venezuela
[37] https://www.aporrea.org/actualidad/a219671.html
[38] ¿Realmente el gobierno de Venezuela no representa a su pueblo? Una comparación con México
[39] https://es.wikipedia.org/wiki/Elecciones_presidenciales_de_Venezuela_de_2018
[40] https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-44192065
[41] http://www.cne.gob.ve/ResultadosElecciones2018/
[43] http://www.cne.gob.ve/web/sistema_electoral/tecnologia_electoral_descripcion.php
[44] https://www.telesurtv.net/news/cne-sistema-electoral-blindado-venezuela-20180427-0043.html
[48] https://www.20minutos.es/noticia/3346662/0/observadores-reconocen-victoria-maduro/
[49] Barrios Benatui, A., et al., Constituyentes venezolanas de 1999 y 2017: Contextos y participación, (2017) (http://www.scielo.br/pdf/rdp/v8n4/2179-8966-rdp-8-4-3144.pdf)
[56] Salvadores de Arzuaga, Carlos Ignacio, El Poder Público nacional: su división y control. Provincia [en linea] 2005, [Fecha de consulta: 30 de enero de 2019] Disponible en:<http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=55509905> ISSN 1317-9535 (https://www.redalyc.org/pdf/555/55509905.pdf)
[57] Constitución de la República Bolivariana de Venezuela http://www.inea.gob.ve/marco/pdf/1legislacion_nacional/1Constitucion_dela_Republica_BolivarianadeVenezuela/Constitucion_de_la_Republica_Bolivariana_de_Venezuela.pdf
[58] https://www.youtube.com/watch?v=CRWHvUICcXg
[60] https://es.wikipedia.org/wiki/Asamblea_Nacional_Constituyente_de_Venezuela_de_2017
[62] https://actualidad.rt.com/actualidad/245680-maduro-constituyente-quise-primer-voto
[64] https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-40772815
[65] ¿Realmente el gobierno de Venezuela no representa a su pueblo? Una comparación con México
[66] http://www.cne.gob.ve/resultados_regionales2017/
[67] https://es.wikipedia.org/wiki/Elecciones_regionales_de_Venezuela_de_2017
[68] https://www.celag.org/informe-elecciones-regionales-venezuela-2017/
[69] https://es.wikipedia.org/wiki/Elecciones_municipales_de_Venezuela_de_2017
[70] https://cnnespanol.cnn.com/2017/12/10/elecciones-municipales-de-venezuela-resultados/
[71] http://www.cne.gob.ve/resultadosMunicipales2017/
[72] https://www.telesurtv.net/news/elecciones-presidenciales-Venezuela-20180123-0032.html
[73] https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-42984428
[74] https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-42813150
[77] https://mundo.sputniknews.com/america-latina/201805211078858257-comicios-presidenciales-presion/
[80] http://vtv.gob.ve/tsj-reitera-que-asamblea-nacional-se-encuentra-en-desacato/
[81] https://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Guaid%C3%B3
[82] Original en Inglés: https://grayzoneproject.com/2019/01/29/the-making-of-juan-guaido-how-the-us-regime-change-laboratory-created-venezuelas-coup-leader/ Traducción al español: https://www.telesurtv.net/opinion/La-creacion-de-Juan-Guaido-como-el-Laboratorio-para-Cambios-de-Gobierno-de-Estados-Unidos-fabrico-al-lider-del-golpe-en-Venezuela-20190130-0003.html
[83] https://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/america-latina/venezuela-es/article225198390.html
[84] https://www.aporrea.org/actualidad/a273552.html
[85] Entrevista con Thierry Meyssan, fundador de la Red Voltaire https://www.youtube.com/watch?v=M08vFohNMok
[86] https://www.voltairenet.org/article204856.html
[87] Fuente en inglés: https://en.m.wikipedia.org/wiki/Smedley_Butler#Lectures
[89] https://actualidad.rt.com/actualidad/view/122323-revoluciones-eeuu-golpes-estado
[90] https://www.hispantv.com/noticias/ee-uu-/376280/intervencionismo-golpes-estado-america-latina
[91] Fuente en inglés: https://www.globalresearch.ca/us-has-killed-more-than-20-million-people-in-37-victim-nations-since-world-war-ii/5492051
[92] https://es.wikipedia.org/wiki/Venezuela#Petr%C3%B3leo_y_miner%C3%ADa
[93] https://www.aporrea.org/tiburon/a188589.html
[94] https://www.aporrea.org/energia/a162899.html
[95] La olvidada Doctrina Estrada en las relaciones entre México y Venezuela
[96] https://es.wikipedia.org/wiki/Derecho_de_autodeterminaci%C3%B3n
[97] http://www.un.org/es/decolonization/declaration.shtml
[98] https://www.youtube.com/watch?v=heJLFrwoaQw
[99] https://www.youtube.com/watch?v=L9MD_YVTmNM
[100] La era de la postverdad; una guía no tan breve
[101] https://www.telesurtv.net/news/venezuela-consejo-seguridad-onu–20190126-0012.html
Tengo que empezar resaltando la cantidad de fuentes que usa la autora para sustentar su artículo, situación que, además de admirable, permite generar confianza en lo que uno está leyendo, en contraposición con toda la información sucia y tergiversada que llega de forma “natural” a nosotros y que nos deja desarmados al no poder recurrir a opciones fidedignas de información. Por lo demás, me parece un texto muy oportuno para los tiempos que corren, al dar una panorámica objetiva de qué es lo que pasó, qué pasa ahora y para dónde pretenden llegar con el país bolivariano, y con cualquiera que se le ocurra luchar por su soberanía y libre autodeterminación. Sin lugar a dudas, voy a compartir este texto, pues no tengo dudas de que apliará (o de plano arreglará) la visión turbia que los medios masivos de comunicación, a merced del imperio, le han impuesto a la mayoría.